Las juntas de construcción en capas asfálticas. ¿De verdad son tan problemáticas o... quizás no lo sean si se aplica la técnica correcta?

     En una capa asfáltica la mejor junta es la que no existe. 

    Cualquier junta genera una discontinuidad que puede suponer una debilidad para su comportamiento futuro, introduciendo un riesgo, mayor o menor según el método aplicado y el cuidado en su ejecución. 

 

    Por ello, en la medida de lo posible, deben evitarse o reducirse.

     Una junta es la superficie de contacto materializada al colocar y compactar una nueva capa de mezcla al lado de una existente. Aparecen entre dos calles de extendido adyacentes (junta longitudinal), en inicios y finales de calle e interrupciones de extendido (junta transversal) y en contornos de reparaciones localizadas del firme (bacheos) y de reposiciones de firme en superficies fresadas, o de calas para reparación de servicios. 

     Cuando su ejecución no es la correcta suelen dar lugar a alteraciones de la regularidad superficial o a deterioros como fisuración o apertura de la junta, pérdida de impermeabilidad y degradación del material en sus proximidades. Estos daños permiten un fácil acceso del agua al interior de la estructura del firme y a la interfaz de la unión de la capa con su soporte, lo que acaba afectando a la adherencia entre las mismas, provocando su despegue; todo ello acelera la degradación del firme y su funcionalidad. 

Los problemas en las juntas pueden dividirse en dos grupos:

  1)    Problemas de geometría de la capa, como mantenimiento de la rasante longitudinal (en el caso de las transversales) y de continuidad transversal de la capa en el caso de las longitudinales. Aunque suelen manifestarse a corto plazo, inmediatamente terminada la construcción, también pueden aparecer a medio y largo plazo, como una degradación evolutiva de la rasante, en especial en juntas transversales deficientemente ejecutadas, debidas a la postcompactación por el tráfico.

  2)  Problemas de tipo cualitativo de la mezcla en la zona de la junta, entre los que se pueden citar:

• Deficiente adherencia entre las dos franjas de la capa a ambos lados de la junta debida a inadecuada preparación de la misma, insuficiente limpieza del polvo o detritus generados en el corte hecho para su preparación, deficiente aplicación o espesor insuficiente del ligante de adherencia, o a degradación de la misma por acceso del agua al plano de junta.
• Deficiente compactación en la franja de la junta que deriva en una debilidad prestacional de la mezcla (más huecos y permeabilidad, menos cohesión, menos resistencia a la acción del agua y tráfico, menos resistencia a la fisuración, más susceptibilidad a deformación por postcompactación,....).
• Fisuración debida a movimientos de retracción térmica de las capas, relacionada con insuficiente flexibilidad o espesor en la película del ligante de adherencia en el plano de la junta.
• Alteración de la composición de la mezcla en la zona de la junta por segregaciones en su extendido o en su manipulación, dando lugar a una mezcla más porosa y menos cohesiva y resistente a fisuración y erosión.

Tanto una densidad correcta de la mezcla en las franjas adyacentes a la junta como que se mantenga de modo permanente un alto grado de adherencia e impermeabilidad entre esas dos franjas son aspectos cruciales para permitir resistir, sin fisurarse, las retracciones térmicas de las capas a ambos lados de la junta y evitar su apertura y la entrada de agua.

     En cualquier caso, debe tenerse presente que la ejecución de las juntas es una operación delicada, mucho menos mecanizada que la del extendido y, especialmente las transversales, con una gran componente artesanal; por ello, los resultados obtenidos son muy dispares entre unos equipos y otros, tanto en la geometría y comodidad de rodadura sobre ellas, como en su comportamiento a largo plazo, en cuanto a fallos prematuros como fisuración o pérdida de material.

     La alteración o singularidad que una junta transversal introduce en el proceso de ejecución de la capa, puede afectar a su compactación y a los valores del contenido de huecos resultante en la mezcla adyacente a la junta y, consecuentemente, a su impermeabilidad y resistencia a la acción del agua, así como a la cohesión de la mezcla y a la transmisión de esfuerzos a uno y otro lado de la junta.

     Por ello, precisan un tratamiento cuidadoso para lograr, tanto la necesaria continuidad de la geometría del pavimento, como una adecuada durabilidad. 

En sucesivas partes en que se divide este artículo se trataran los siguientes grupos:Juntas transversales, Juntas longitudinales y Juntas en pequeñas actuaciones de reparación o reposición del firme

Otras partes del artículo  

1.- Las juntas de construcción en capas asfálticas. ¿De verdad son tan problemáticas o... quizás no lo sean si se aplica la técnica correcta? - Parte 2 .- Juntas transversales

3.- Las juntas de construcción en capas asfálticas. ¿De verdad son tan problemáticas o... quizás no lo sean si se aplica la técnica correcta? . Parte 3 Juntas longitudinales