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viernes, 19 de marzo de 2021

Juntas de construcción en capas asfálticas. ¿De verdad son tan problemáticas o... quizás no lo sean si se aplica la técnica correcta?. Parte 2. Juntas transversales

Las juntas transversales en capas asfálticas

Se crean en los inicios y finales de un extendido, ya sean inevitables y normales en el propio proceso de construcción, como las de arranque y final de calle, encuentros de estructuras, otra calle preexistente, intersecciones, etc. o indeseables y evitables, como las debidas a interrupciones por averías, discontinuidad de suministro, lluvia, etc. 

     Conseguir que una junta transversal “no se note” no es sencillo; exige una ejecución esmerada, prácticas adecuadas y un alto grado de profesionalidad en el equipo que la ejecuta, no siendo un objetivo fácil de conseguir. Si no están perfectamente ejecutadas son muy molestas, las que más afectan al confort de circulación al dar lugar a una alteración brusca del perfil longitudinal en forma de resalto o hundimiento; además, dan lugar a una amplificación dinámica de las cargas de los vehículos pesados, que redunda en un aumento progresivo de la degradación de ese perfil (Fig.1)

Fig.1 .- Alteración brusca del perfil tras una junta transversal

    Las operaciones de conservación consistentes en fresado y reposición de deterioros hechas en tramos discontinuos generan dos juntas en cada tramo; por ello, la incidencia de la calidad de su ejecución sobre los usuarios es significativamente mayor que en operaciones de extendido continuas, pudiendo llegar a ser sumamente inconfortables. 

Así, por ejemplo, en la Fig.2 se muestra un tramo con una sucesión de reparaciones del tipo fresado y reposición, con profusión de juntas transversales que pueden resultar sumamente molestas por su alta frecuencia si inciden en la regularidad superficial; por ello, casos como éste, en autovías con secuencias de reparaciones con ejecución imperfecta en el carril derecho hacen que, si el tráfico es fluido, éste evite ese carril y circule sistemáticamente por el de su izquierda.

Fig. 2. Secuencias de reparaciones en el carril derecho en autovía

     Se pueden distinguir varios tipos de juntas transversales, según su modo de ejecución en relación con las diversas fases de ejecución de la capa, y según se sitúen antes o después de su extendido:

  • Juntas definitivas en inicio y final de capas de refuerzo de un pavimento.
  • Juntas de finalización temporal de extendido, diferenciando entre:
    •  Final de calle de extendido o final de jornada.
    •  Encuentro con capa existente, tableros de puentes, etc. (rasante obligada).
  • Juntas de inicio de extendido con prolongación de rasante, ya sea como continuación de una calle extendida y compactada con anterioridad (reanudación del extendido) o como inicio desde calle preexistente (operaciones de fresado y reposición, juntas de puentes, etc.).
  • Juntas debidas a parada prolongada de extendido que obligue a levantar regla. Combina las dos anteriores.

1. Decalaje entre juntas transversales

     Las juntas transversales de capas sucesivas no deben coincidir en una misma vertical, sino situarse decaladas. La  regla de buena práctica para su disposición, también recogida en la normativa, es que deben situarse con un desfase superior a 5 metros respecto a juntas transversales de calles de extendidos adyacentes, así como situarse a no menos de 5 metros respecto a las JT de la capa subyacente.

Fig.3  Decalaje entre juntas transversales

2.  Juntas en rampa permanentes en inicio y final de capas de refuerzo.

 Cuando se hace un refuerzo de firme las nuevas capas producen una elevación de nivel respecto al pavimento de apoyo existente, haciendo necesarias unas transiciones para acordar ambas rasantes y dar continuidad al perfil de la vía, al inicio y final de la capa de recrecido. 

     Unas situaciones típicas y frecuentes son las que se presentan en los encuentros con  puentes, en cuyos tableros no se puede aumentar el espesor del pavimento, debiendo acabarse e iniciarse la capa asfáltica de refuerzo antes y después de la estructura. Las transiciones deben hacerse de modo que no supongan alteración del confort de rodadura, pero, al tiempo, deben asegurar el espesor y calidad de la capa en esa transición.

     Asimismo, la longitud del tramo puede exigir la ejecución de juntas provisionales de fin de jornada o debidas a paralizaciones. En algún caso puede ser necesario permitir tráfico por ellas, por lo que hay que crear una rampa temporal; el apartado siguiente tratará estas juntas transversales temporales.

     En la Fig.4 se muestran esquemáticamente las juntas que aparecen en un tramo de una nueva capa de refuerzo, que eleva el nivel respecto al pavimento existente, y las rampas de transición entre ambas rasantes. 

Fig.4 Capas de recrecido de un pavimento. Juntas transversales y rampas de transición de rasantes

     La solución más simple de rampa para la transición entre dos rasantes a diferente nivel sería, aparentemente, una rampa triangular, (Fig.5 a); pero este tipo sería imposible de materializar en la práctica, ya que es preciso terminarlo con un cierto espesor, un espesor mínimo determinado por el tamaño máximo del árido y el tipo de mezcla, lo que daría lugar a una solución con un escalón brusco, (Fig. 5b). Otro inconveniente es que la parte final de la rampa con espesor decreciente, desde donde éste no permite mantener la granulometría de mezcla (en principio desde dos veces el tamaño máximo del árido), tendría una mezcla segregada y con características muy deficientes e inaceptables.

Fig. 5 Rampas inviables o inadecuadas

      Por tanto, para poder extender un espesor correcto, por encima de ese mínimo que asegure la calidad de la capa y la suavidad del entronque, es necesario materializar un cajeo en el pavimento del soporte. La práctica adecuada consiste en hacer un cajeo triangular, cuyo cateto vertical se corresponde con el espesor de la capa en el entronque con el pavimento existente, como se muestra en la Fig. 6. Ese cajeo se debe hacer mediante un fresado de profundidad creciente.

Fig. 6. Transición para acuerdo de capas de refuerzo de carácter permanente

     Pero además, existe otro aspecto que es clave para el éxito de este tipo de junta en cuanto a la regularidad superficial del pavimento y es el cambio de pendiente debida al entronque, que depende de su longitud de la transición.

     La longitud de la transición y del cajeo fresado es función de la diferencia entre las rasantes del firme existente y de la nueva capa (es decir espesor del refuerzo), y de la velocidad de la vía. 

     En vías interurbanas de alta velocidad, para no afectar al confort de circulación se diseñan de modo que la aceleración vertical no supere los 0.05g, con lo que el cambio de pendientes no debe superar los 2mm/m., es decir de 0.2%. En vías de baja velocidad (menos de 50 km/h) el valor adoptado es mayor, creciente a partir del triple. 

     La tabla 1 indica los valores corrientes expresados en la forma L (m) = K x Espesor (cm) y en el valor del cambio de pendiente de la rampa.

     Si hubiese un desfase temporal entre esa operación de fresado y el extendido del refuerzo y, en tanto, el tráfico tuviese que pasar por la zona de junta, se procede a suavizar el escalón ejecutando una transición provisional con mezcla asfáltica, aplicando un K entre 0.5 y 1.5 para definir su longitud y pendiente, dado que estará en un tramo sujeto a limitación de velocidad. (Fig.7). Se aplicarían, entonces, las recomendaciones del apartado siguiente, en cuanto a facilitar la remoción de esta mezcla previa al extendido de la capa definitiva.

Fig.7. Rampa provisional en cajeos de fresados.

     Sin embargo, con cierta frecuencia se aplica una práctica muy defectuosa, dando una longitud insuficiente a esa transición; ello produce una alteración brusca del perfil, repercutiendo en una fuerte pérdida del confort de rodadura por las importantes aceleraciones verticales creadas al paso por la misma y en que los vehículos pesados de ejes múltiples incluso induzcan marcas del impacto de neumático al inicio de la transición, al tener que remontarla bruscamente. (Fig.8).

Fig. 8.  Marcas de impacto de neumáticos de camiones. (Refuerzo después de un puente)

      Otra práctica, aún más inadecuada, es la indicada en el esquema de la Fig. 9, en la que el entronque se hace con un cajeo en forma rectangular, en vez del recomendado de forma triangular con profundidad creciente. Se introduce así una brusca variación y discontinuidad en el espesor de la nueva capa extendida, lo que dará lugar a una importante deformación del perfil tras la compactación de puesta en obra y la postcompactación debida al tráfico. Este asiento localizado en el perfil llega a provocar, también, importantes impactos de las ruedas de los vehículos pesados, con el consiguiente incremento dinámico de las cargas. Los efectos visibles a corto plazo son como los que muestra la foto de la Fig. 8, con una importante degradación del confort de marcha e, incluso, posible afección a la seguridad vial al reducirse la presión de contacto rueda/pavimento por las aceleraciones verticales inducidas.

Fig. 9. Método inadecuado para realizar la transición y entronque de una nueva capa.

3    Juntas temporales tras la finalización de calle de extendido

     Una de las situaciones más frecuentes en la colocación de capas asfálticas es la necesidad de finalizar temporalmente la calle en ejecución, tanto por llegar al final de jornada como por alguna causa que interrumpa el extendido. En estos casos, debe crearse una junta transversal, a partir de la cual se reanudará la ejecución de la capa manteniendo la geometría y continuidad del perfil a ambos lados de la junta.

     Para asegurar la continuidad del perfil y que “no se note” la presencia de la junta transversal, un aspecto clave es que el extendido se desarrolle de modo normal hasta rebasar la zona prevista para la junta, de modo que no se alteren ni la geometría, ni el espesor de capa, ni la homogeneidad de la mezcla; debe mantenerse constante (en volumen y temperatura) la masa de mezcla delante de la regla, para no alterar el equilibrio de las fuerzas que actúan sobre ella.

    Pero, por otra parte, hay que tratar de evitar que se produzca un sobrante importante de mezcla más allá de la situación de la junta, sobrante que hay que eliminar. Por ello, hay que interrumpir anticipadamente la descarga de mezcla a la extendedora, estimando el momento de hacerlo, de modo que la regla pueda seguir alimentándose con el material que queda en la tolva, justo hasta rebasar la zona de junta. Vaciando la tolva con las prácticas adecuadas para evitar segregaciones, el avance se haría sin afección al perfil, al espesor y, tampoco, a la homogeneidad de mezcla.

    La junta debe posicionarse en un punto donde el frente de material delante de la regla todavía sea el normal. A partir de esa posición, o bien se levanta ya la regla, o se continúa avanzando y reduciendo espesor (caso de junta en rampa).

    Este método genera un volumen de material sobrante relativamente importante; es el correspondiente a la mezcla que está en el túnel delante de la regla, además del que aún quede en la tolva frontal o en el sistema de alimentación hacia la regla. Esa mezcla debe retirarse, para reciclar luego en planta o eliminarse. En todo caso, se precisa bastante trabajo manual, no sólo para retirar la mezcla sobrante, sino también para preparar la junta para la reanudación, como se detalla en los apartados que siguen.

    Otra alternativa, orientada a minimizar este sobrante de mezcla y el trabajo correspondiente a su retirada, pero que exige más habilidad en los intervinientes, consiste en forzar el vaciado de la tolva, consumiendo la mezcla de la cámara de los sinfines de reparto delante de la regla antes de llegar a la junta. (Fig. 10). Esta práctica es delicada y puede resultar inadecuada si altera el equilibrio de fuerzas sobre la regla, lo que afectaría al espesor de capa en la zona de la junta, a la rasante final y a su regularidad.

Fig. 10. Fin de calle de extendido. Levantamiento de regla, material sobrante y trabajo manual de junta.

    Todas estas operaciones requieren un tiempo para llevarlas a cabo, por lo que, inevitablemente, producen un enfriamiento de esa zona expuesta mayor que en el resto de la capa antes de su compactación.

    Según que esa junta temporal vaya a soportar tráfico o no, se dan dos tipos de preparación de la misma, con vistas a la posterior reanudación del extendido de la capa, que se detallan a continuación. 

3.1. Preparación de juntas temporales verticales a tope (cuando no soportan tráfico)

    Cuando la capa hasta la junta transversal no tiene que soportar tráfico, ya se puede dejar ejecutada la preparación típica de la junta, un borde recto con su cara vertical. Para eliminar la mezcla situada en todo el ancho de extendido a partir de la línea de la junta se emplean tanto métodos manuales, utilizando palas y rastrillos como pequeñas palas mecánicas o minicargadoras. La mezcla extendida antes de la junta no debe tocarse ni manipularse en modo alguno, para no alterar ni su homogeneidad ni su geometría.

    Sin embargo, el punto delicado lo constituye la compactación de la mezcla en la zona adyacente a la junta, donde la densidad a alcanzar debe ser la misma que en el resto de la capa, pero con la dificultad de que debe conseguirse sin que se produzca alteración en su geometría o perfil. Se dispone de varios procedimientos.

    Un método consiste en colocar unos tablones auxiliares, de un grosor sensiblemente igual al espesor que va a tener la capa compactada próxima a la junta. Los tablones deben tener anchura y longitud suficiente para soportar el recorrido total del rodillo; así, el equipo de compactación puede rebasar totalmente la posición de la junta, situándose sobre los tablones antes de invertir su sentido de marcha. De este modo se asegura que se puede obtener el mismo grado de compactación en la junta transversal que en el resto de la capa y que no se deforma la geometría de la capa. (Fig. 11).

Fig. 11.  - Compactación en fin de calle en junta a tope.

    En otra solución, cuando no se utilizan tablones, los compactadores deben rebasar el punto de la junta antes de invertir sentido de la marcha, apoyándose en la superficie subyacente, lo que ocasiona un cierto redondeo o deformación del perfil de la capa extendida; redondeo que dependerá del número de veces que actúen los compactadores sobre la junta y del espesor de la capa. Por ello, esta forma alternativa de ejecutar la junta transversal crearía dos problemas:

  • Una deformación del perfil y redondeo del borde, que no posibilita el disponer de un corte vertical en la junta al reanudar el extendido.
  • Una compactación que no conseguiría la densidad adecuada cerca de la junta, resultando una zona con más sensibilidad a la postcompactación por el tráfico, que daría lugar a una deformación diferencial, localizada, del perfil longitudinal.
    Para subsanarlos, una vez acabada la compactación, se debe proceder a retrasar la posición de la junta a un punto donde el espesor, geometría y densidad sean adecuados. (Fig. 8.12). Para ello, con ayuda de un reglón largo se localiza la zona donde se mantiene la continuidad del perfil para situar ahí, aunque algo más retrasada, la junta adoptando un cierto resguardo de seguridad, no inferior a 30 cm. En la posición elegida para la junta se efectúa un corte vertical limpio (mediante serrado, martillo neumático o, preferiblemente, fresado) y se elimina la parte de capa por delante de la junta. 
Fig. 8.12. Final de calle, situación de junta

3.2. Preparación de juntas en rampa, para permitir tráfico, de carácter temporal

    Cuando tras finalizar el extendido ha de darse paso al tráfico, para facilitar su tránsito hay que crear una rampa desde la posición de la junta hasta el pavimento subyacente. Esa rampa de carácter temporal deberá removerse y realizar la preparación de la junta transversal con un corte vertical antes de reanudar el extendido.

    En este tipo de junta, y también para asegurar la continuidad del perfil de capa al reanudar el extendido, la regla de la extendedora debe seguir operando normalmente hasta sobrepasar el punto en que se vaya a realizar posteriormente la junta transversal; de este modo, el perfil y espesor de la capa en esa zona sería uniforme.

    Asimismo, como el material por delante de la posición de la junta ha de eliminarse cuando se prepare la junta para reanudar el extendido de  la capa, hay que evitar o minimizar su adherencia con el soporte, de modo que se pueda retirar con cierta facilidad. Un sistema consiste en retirar temporalmente, a un lado, la mezcla situada por delante de la junta y colocar sobre la superficie del pavimento existente un fieltro o papel tratado (tipo Kraft, geotextil o similar), cuya longitud dependerá del espesor de la capa, siendo adecuado un valor mínimo en torno a unas 20 veces el espesor de capa, y con la anchura de la calle de extendido. Si la longitud del papel fuese muy corta, el rodillo podría empujar la mezcla redondeando la junta en la parte de atrás del papel. Una vez colocado el papel, se vuelve a mover la mezcla retirada y se empuja o arrastra sobre el papel, creándose una rampa.

Fig. 13. Junta transversal con rampa provisional.
Fig. 14 Solución con geotextil para rampa provisional.[2]

    En lugar del fieltro o papel tratado, es más habitual extender arena, que también impide la adhesión de la nueva la mezcla a la superficie del pavimento subyacente. 

Fig. 15. Rampa provisional acabada, sobre arena.

     Lo que no es adecuado, en absoluto, es el empleo de tierra en vez de arena, ya que, una vez retirada la rampa, será difícil limpiar adecuadamente los restos de la misma antes de volver a ejecutar un riego de adherencia en esa zona; la adherencia de la capa a colocar encima sería precaria, o nula, dando lugar a un punto débil con posibles fallos posteriores. Si para “compensar” la presencia de suciedad se aumenta la dotación de ese riego de adherencia, puede resultar que lo que aumente sean las posibilidades de deslizamiento de la nueva capa ante esfuerzos tangenciales como frenazos, etc.

    Otra técnica consiste en emplear un tablón, situado transversalmente en la zona donde va a ir situada la junta, (Fig. 16). El tablón debe tener exactamente el espesor de la capa compactada. Una vez localizada con un reglón la zona de la junta, se hace un corte vertical; se retira la mezcla por delante; con ayuda de una pequeña pala, o manualmente, se esparce arena y se vuelve a colocar delante del tablón; se procede a la compactación.

Fig.16 Ejecución con tablón

    También existen soluciones con piezas hechas con neumáticos reciclados que se anclan al soporte y son recuperables para su reutilización; presentan la ventaja de una preparación de junta en la reanudación del extendido muy sencilla y rápida; aplicables hasta 5 cm de espesor de capa. (Fig. 17 ).

Fig.17 Piezas reutilizables de caucho reciclado [1]

4.  Junta de inicio o finalización de extendido, con extendido manual

    Cuando el extendido termina contra una estructura existente u obstáculo que no permite el avance de la extendedora, como un tablero de puente, es necesario proceder a colocar manualmente la mezcla restante hasta completar la capa. Lo mismo ocurre en los inicios de capa con obstáculos similares, o los que precisan una junta con oblicuidad.

    El material necesario para esa zona se deposita en un montón, bien por la extendedora levantando regla y vaciando la tolva, o bien se descarga directamente del camión; en todo caso, debe hacerse lo más próximo posible a su situación final, para reducir enfriamientos y segregaciones en su manipulación y simplificar su colocación. Suele resultar adecuado el auxilio de minicargadoras para agilizar la tarea de distribución de la mezcla a partir del montón.

    El material se extiende manualmente usando rastrillos y palas y debe dársele un sobreespesor o esponjamiento mayor que la parte hecha con extendedora, ya que no existe la precompactación dada por la regla en ésta. Una mezcla sin precompactación alguna, necesita un espesor inicial del orden de un 35% mayor que el espesor final compactado.

    La superficie extendida manualmente debe ser compactada lo antes posible. Como su extendido requiere un tiempo mayor que cuando se hace con extendedora, la mezcla se habrá enfriado más de lo habitual, por lo que la compactación resultará delicada y con un riesgo alto de hacerse con la mezcla fuera de su rango adecuado de temperatura.

    En la Fig. 18 se muestran dos fases de una operación de arranque de una capa de mezcla, tras una junta en un cruce con vías de tranvía de gran oblicuidad. En el área triangular existente entre la junta y la posición de la extendedora, desde donde se inicia el extendido convencional, la mezcla se coloca por método manual; se descarga mezcla en un montón que se reparte por medio de palas en la cuña triangular, efectuando el enrase de la misma con la parte plana de los rastrillos.

el montón de mezcla y distribución con pala
perfilado de superficie con rastrillo
Fig. 18  .Extendido manual en arranque con junta transversal oblicua.
  

     Al igual que en los casos anteriores es muy difícil evitar un acusado enfriamiento de la mezcla, con el consiguiente riesgo para su compactación

5.  Junta transversal del inicio o reanudación de extendido de capa

5.1. Preparación de la junta

Caso de junta en capa fresada. En el inicio o final de una capa fresada se forma un borde con una superficie curva, inadecuado para la junta. Debe crearse un plano vertical, o ligeramente inclinado, con un corte recto mediante fresado transversal o con sierra de disco y eliminación del material sobrante. Una vez limpias las superficies del corte y de la base de apoyo, se debe aplicar un riego de adherencia.

Fig. 19 Preparación de junta en inicio o final de fresado
 
Retirada de la rampa. En las juntas con rampa hay que eliminar el material de ésta y preparar la junta antes de comenzar el extendido. Si se ha utilizado fieltro, papel tratado o arena, no habrá adherencia entre el material de la rampa y la superficie subyacente, por lo que se separarán y retirarán con facilidad y el papel puede ser reutilizado.Una vez hecho lo anterior, si la preparación de la junta se hizo con esa precaución, se tendría una cara vertical en el borde de la capa antes extendida. Si no fuera así, o si la junta en rampa se ha hecho sin preformar el borde transversal vertical (cuando se usa arena, por ejemplo), es necesario cortar y marcar el borde vertical transversal.

     En cualquier caso, se debe comprobar con una regla larga la nivelación y planeidad de la capa antes de la junta. En caso de que se detecten desnivelaciones, debe retrasarse la posición de la junta a un punto en el que la capa está plana, procediendo a realizar el corte en esa nueva posición y al levantamiento del material sobrante.

    Una vez hecho el corte, se retira el material que está por delante, incluyendo la rampa. Si hay adherencia, se utilizará una pala para retirar el material. Antes de extender el riego de adherencia, y para asegurar una correcta adhesión de la nueva capa al firme subyacente, se limpiará concienzudamente la superficie mediante barrido, soplado y, en su caso, lavado a presión.

    Para asegurar un buen espesor de ligante de adherencia en el plano vertical de la junta es recomendable hacer dos aplicaciones del riego de adherencia en dicho plano.

Tras retirada de la rampa: pendiente de limpieza y riego de adherencia
Riego de adherencia en base y plano de junta
Fig. 20. Retirada de rampa y preparación de junta
 

5.2. Fijación de rasante: utilización de tablones de arranque o salida

    La superficie de la capa, con la mezcla tal como sale de la regla de la extendedora, no está a su cota definitiva, todavía debe ser compactada, con lo cual su rasante sufrirá un descenso. Como regla común (salvo con reglas con sistema de alta compactación, SAC), se puede considerar que una mezcla asfáltica se densifica un 20 % por el equipo de compactación (un 10 % con SAC). Eso significa que se debe colocar un sobreespesor, a la salida de la regla, del orden de un 20 % mayor que el espesor final deseado, es decir 1/5 de cm por cada cm de espesor final.

    Este valor o esponjamiento debe tenerse muy en cuenta para reglar el arranque de la extendedora sobre la junta transversal, de modo que tras terminar la compactación se obtenga continuidad en el perfil de la capa son resaltos no depresiones. Por ello, la separación entre el fondo de la regla y la superficie de la capa existente compactada, debe ser la correspondiente a ese esponjamiento; generalmente constante y aproximadamente igual al descenso previsto en la compactación (1/5 cm/cm).

    Es totalmente inadecuado, y una práctica inaceptable, posicionar la regla directamente sobre el final de la capa existente y comenzar el extendido arrastrando la regla sobre ella. Si se hace así, no habrá suficiente mezcla en el lado nuevo de la junta y, tras su compactación, aparecerá una depresión o caída en la rasante en la superficie.

    El procedimiento adecuado requiere que la extendedora tenga la regla apoyada en unos separadores (tablones de madera o listones) situados sobre la capa existente, justo antes de la junta; el espesor de esos separadores debe ser el correspondiente al sobreespesor o esponjamiento que precisa la capa para tener, tras su compactación, el espesor requerido y una continuidad de la rasante. (Fig. 21).

Fig. 21 Arranque de junta transversal, con tablones para fijar sobreespesor de salida.

     Los listones de arranque deben colocarse “calzando” toda la longitud de la regla. En reglas extensibles hidráulicamente, se suelen colocar tres listones bajo la regla principal. Si las extensiones son fijas y la anchura es mayor de 5 metros se utilizan por lo menos 4 listones de arranque. Cuando se inicia una capa y el extendido no es continuidad de una capa preexistente el procedimiento es el mismo, aunque entonces los tablones de arranque deben tener un espesor igual al espesor final compactado más el sobreespesor debido al descenso de compactación.

    La regla debe apoyarse, con un pequeño solape, sobre la capa anterior a la junta. Este solape debe minimizarse, de modo que no haya mezcla sobrante sobre la junta y baste realizar un ligero perfilado y remonte de material, (Fig. 21).

6. Compactación de juntas transversales

6.1  Previo a la compactación. Rastrillado de la junta

    Si la extendedora se posiciona e inicia su avance sobre listones de arranque y la alimentación de la regla es la adecuada, el espesor extendido a partir de la junta debe­ría ser el correcto, y bastaría con remontar hacia delante y perfilar algo el material situado sobre la capa de salida; no obstante, en general, el solape no será exactamente el correcto, por lo que será necesario retirar o barrer alguna pequeña cantidad de mezcla detrás de la JT, para conformar el corte de la nueva capa exactamente sobre la junta.

Buen ajuste, sin material sobrante

Perfilado y retirada material sobrante, previa a remontado sobre la junta.

Remontado de material .
Fig. 22. Preparación de junta con material sobrante
  

      Esparcir material sobrante del rastrillado sobre la superficie recién extendida es muy mala práctica, ya que se segrega, enfría y altera la textura; sólo es admisible si hay que hacer alguna corrección, debiendo trabajarse con el rastrillo para crear una mezcla homogénea, retirar gruesos sueltos y sellar con los finos el contorno de la junta. (Fig. 23)

Fig.23  Práctica indeseable: esparcido de material sobrante en la nueva capa.

     Por ello, con el rastrillado sólo debe retirarse lo mínimo necesario, el exceso que está encima del lado frío de la junta, para conformar el corte de la nueva capa sobre la junta y retirar algo de material grueso, si es el caso. Antes de iniciar la compactación, debe comprobarse la regularidad de la superficie recién extendida en la junta mediante unos reglones.

6.2. Compactación de la junta

     Siempre que sea posible, la junta debe compactarse a lo largo de la misma, transversalmente a la capa. Para ello, se suele comenzar con el rodillo situado en la parte compactada con solape en la nueva calle, solape que se va aumentando progresivamente en pasadas sucesivas.

     Para que el rodillo pueda trabajar transversalmente a la calle extendida, en general deberán usarse tablones de madera que hagan de camino de rodadura y puedan soportarlo cuando se desplace más allá del borde de la capa. Debe trabajar de modo que se compacte por igual la totalidad de anchura de la junta.

     Esto es muy difícil, a menos que se coloquen tablones lo bastante largos, a ambos lados de la calle de extendido, para permitir que el rodillo pueda salir totalmente de la capa, a ambos lados de la misma. (Fig. 24).

Fig. 24 - Inicio de compactación desde lado frío.

     El método habitual es el de la (Fig. 24). Si bien, inicialmente, da buena continuidad al perfil longitudinal de la capa, tiene el riesgo de lograr una menor densificación en la zona inmediata a la junta, por posible desplazamiento de mezcla por el compactador hacia la zona opuesta a la misma; riesgo que se acentúa si el esponjamiento dado ha sido escaso.

      Ese déficit de compactación hace que la mezcla ahí sea más susceptible a una mayor densificación diferida debida al tráfico, dando lugar a una postcompactación diferencial que altera el perfil, con un típico bache justo después de la junta.

     Por ello, es más adecuado dar la primera pasada con la mayor parte de rodillo situado en la nueva calle, en la zona caliente; de este modo se evita el desplazamiento de material y un déficit de masa en la junta. (Fig. 25).

Fig.25 - Inicio de compactación desde lado caliente.

      Si no se puede compactar transversalmente (caso de limitaciones como las debidas a un talud, presencia de barrera de seguridad, afección al tráfico en calles adyacentes, etc.), no cabe otra solución que compactar, bien en dirección oblicua o diagonal, si es posible, o bien en dirección longitudinal. La pasada inicial, sin embargo, debe ser dada lo más rápidamente que se pueda, una vez que la extendedora haya salido de la junta. El rodillo debe traspasar despacio, completamente la junta, antes de invertir la marcha. Esta solución es más delicada bajo el punto de vista de continuidad del perfil longitudinal, siendo necesaria su comprobación con reglón en su ejecución, para evitar que quede una ondulación o escalón. (Fig. 26). 

Fig.26 Compactación de Juntas Transversales- Modo oblicuo.

7.  Juntas transversales de paradas prolongadas de extendido

     En caso de paralización, lo suficientemente prolongada como para que el enfriamiento de la mezcla que está en la extendedora, bajo la regla y la adyacente de la capa tras la regla no permita su adecuada compactación, es inevitable realizar una junta transversal para poder reanudar el extendido más adelante; es lo que se conoce en el argot de obra como “levantar máquina”.

     Para ello, se suele avanzar la extendedora vaciando la tolva, procurando mantener muy igualada la alimentación delante de la regla. En el momento en que se vacía la tolva, y justo antes de que empiece a disminuir el volumen de mezcla en los sinfines delante de la regla, se para la extendedora y se procede a realizar una junta transversal como ya se ha indicado.

8.   Patologías asociadas a la ejecución de juntas transversales

     Aunque las más notorias son de tipo geométrico, también pueden aparecer defectos estructurales asociados a la ejecución de la junta, así como fisuras generadas en su plano.

8.1 De tipo geométrico.

     Son muy comunes, con alteraciones bruscas y localizadas del perfil longitudinal y de la regularidad superficial.

Resalto. Consiste en una brusca elevación de la rasante, en inicio o final de extendido de una nueva capa. Puede deberse a una ejecución con deficiente nivelación de la nueva capa o a estimación errónea de su esponjamiento. En el caso de inicio o final de una capa de refuerzo de firme, su causa suele residir en un fresado insuficiente en profundidad y longitud para alojar la transición entre la rasante existente y la sobreelevada del refuerzo.

Depresión. Defecto generalmente evolutivo con la postcompactación del tráfico, originado en un defecto de densidad de origen, que suele provenir de un déficit de mezcla en la zona adyacente a la junta, por insuficiente sobreespesor en su extendido, excesiva eliminación de mezcla con el rastrillado o deficiente procedimiento de compactación. (Fig. 27)

     Esta postcompactación genera un asiento diferencial en la superficie y esa alteración de la regularidad superficial provoca efectos dinámicos, que amplifican las cargas en la salida del “bache”, induciendo un mayor daño en la zona adyacente que estaba correcta. 

Fig. 27. Alteración de rasante después de junta por postcompactación debida al tráfico

8.2 De tipo estructural.

      Degradación de la mezcla y bache a un lado de la junta. La causa frecuente reside en la deficiente densidad alcanzada en su ejecución, asociada a segregaciones de tipo térmico por enfriamiento excesivo de la mezcla durante el trabajo manual de preparación de la junta, lo que da lugar a un área con bajas prestaciones mecánicas, alto contenido de huecos y poco resistente a la degradación por la acción del agua.

     La manipulación de la mezcla también puede dar lugar a segregaciones de composición, además de las citadas de tipo térmico.

Apertura de junta. Tanto por baja densidad que propicia el acceso del agua como por deficiente preparación y aplicación de riego de adherencia en el plano y base de la junta.

9.      Referencias

[1]  Safety ramp - American Highway Products [www.ahp1.com]

 

Otras partes del artículo  

1.- Juntas de construcción en capas asfálticas. ¿De verdad son tan problemáticas o... quizás no lo sean si se aplica la técnica correcta? 

3.- Juntas de construcción en capas asfálticas. ¿De verdad son tan problemáticas o... quizás no lo sean si se aplica la técnica correcta? . Parte 2 Juntas longitudinales 


 

 

 

 



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