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Puente romano de Vila Formosa sobre el Río Seda , de finales del siglo I-principios del Siglo II |
Existen puentes muy antiguos, incluso milenarios, que se
apoyan dentro del cauce de los ríos y que ahí siguen, tras haber soportado
incontables crecidas del río, sus empujes, erosiones y socavaciones.
La parte visible de esos puentes, muchos de los cuales
forman parte del actual patrimonio monumental, está muy fotografiada, estudiada
y es harto conocida. Sin embargo, de la otra parte de esas construcciones, la
oculta, la de sus apoyos bajo el agua, en muchos casos sabemos poco. Sin embargo, precisamente esas zonas
ocultas, o incluso rodeadas de cierto misterio, han sido clave para que esos
puentes perdurasen hasta hoy o lo hiciesen durante varios siglos. ¿Cuál ha sido el secreto, o el método, con que el
que se consiguieron hacer, entonces, esas exitosas cimentaciones?
Por encima del agua resulta casi sencillo visualizar la
construcción de las pilas y la de los arcos o dinteles que salvan los vanos de
esos puentes antiguos pero, respecto a esa parte oculta bajo el agua ¿Cómo se
hizo para conseguir una cimentación con un apoyo firme o estable en su fondo? ¿Qué
métodos se utilizaban? ¿Cómo eran capaces de achicar el agua para trabajar en
seco? ¿Cómo resistían los embates y erosiones del agua durante la obra?